La mayor parte de casos de cáncer cervical, de vagina y vulva están asociados al Virus del Papiloma Humano, VPH o HVP por sus siglas en inglés. Al recibir la vacuna, las mujeres pueden protegerse ante esta enfermedad.
Todo lo que necesitas saber sobre la vacuna contra el Virus de Papiloma Humano está desglosado en los siguientes párrafos. Recuerda que, si dudas al respecto, puedes conversar con tu ginecólogo.
El virus de papiloma humano es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes. Afecta principalmente a las mujeres, aunque los hombres son portadores. El VPH es un conjunto de más de 100 variedades de virus. Algunos de ellos provocan verrugas genitales, otros más pueden derivar en cáncer cervicouterino. A pesar de que la transmisión del VPH es principalmente por vía sexual, no se descarta el contagio a través de otro tipo de contacto piel con piel.
La vacuna que previene el VPH se debe aplicar tanto a niños y niñas antes de que tengan contacto con el virus, ya que posterior a esto, la efectividad disminuye. Por lo tanto, la reciben en la pubertad, previo a iniciar su vida sexual. Al inmunizar a los varones, se impide el contagio hacia sus futuras parejas. De acuerdo con las estadísticas recabadas, la mejor edad para aplicar la vacuna es entre los 11 y 12 años, sin embargo, es seguro recibirla desde los 9.
Actualmente existen varias marcas de vacunas que protegen contra el Virus de Papiloma Humano; están hechas a base de partículas no infecciosas similares al VPH. Adicionalmente, la vacuna no presenta efectos secundarios a largo plazo, por lo cual es segura.
Otro beneficio de la vacuna es la prevención de verrugas genitales, cáncer anal, de boca, garganta, cabeza y cuello, en mujeres y hombres.
La vacuna contra el Virus de Papiloma Humano consiste en dos dosis. Se deben aplicar con diferencia de seis meses. Los pacientes que reciben la vacuna después de los 15 años necesitarán tres dosis. La aplicación es por medio de una inyección en el brazo.
Algunas personas presentan reacciones como:
No se recomienda aplicar la vacuna en caso de que el paciente sea alérgico a sus componentes. Tampoco durante el embarazo o enfermedad con fiebre mayor a 38.5° C. Bajo esas circunstancias es mejor posponerla.
Finalmente, es importante mencionar que la aplicación de la vacuna no sustituye la revisión anual con el ginecólogo, ni la realización del examen de Papanicolaou. Estos elementos siguen siendo esenciales en la salud femenina.
En el Instituto de Salud Integral de la Mujer atendemos a la mujer en todas sus etapas de vida, considerando su salud de manera integral.
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