Existen anticonceptivos tanto para hombres, como para mujeres. En el caso de ellas, su médico ginecólogo es la persona ideal que las puede guiar en el uso adecuado, de acuerdo con su edad y estado físico.
La introducción de los métodos anticonceptivos, de manera masiva en la década de los 60’s cambió la vida de las mujeres, ya que, desde entonces, tener relaciones sexuales ya no implica necesariamente quedar embarazadas. La planificación de la maternidad fue posible y con ello el género femenino tuvo más libertad y oportunidad de integrarse de lleno al mundo laboral.
Para mujeres está la Oclusión Tubaria Bilateral (OTB) o Salpingoclasia. Consiste en una cirugía, que en muchas ocasiones se realiza durante una cesárea. El médico cortará las trompas de falopio y las ligará para que no puedan pasar óvulos y espermatozoides. Su efectividad es mayor al 99%.
En el caso de los hombres, el método anticonceptivo permanente es la vasectomía. Es una pequeña cirugía que se realiza sin bisturí para bloquear el paso de espermatozoides. Tiene una efectividad del 99%. No tiene riesgos y su recuperación es rápida.
La píldora anticonceptiva masculina está en etapa de pruebas, pero existe un procedimiento que bloquea los conductos deferentes por medio de los cuales se descargan los espermatozoides hacia le pene y fuera del cuerpo. El procedimiento Vasagel™ requiere un equipo médico profesional y la aplicación de anestesia local.
Finalmente, el uso del condón, tanto masculino, como femenino es el único método anticonceptivo que protege contra las enfermedades de transmisión sexual.
En el Instituto de Salud Integral de la Mujer atendemos a la mujer en todas sus etapas de vida, considerando su salud de manera integral.
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