Las hormonas sexuales juegan un papel fundamental en el bienestar de las personas. Conoce más sobre el tema en los siguientes párrafos.
Las hormonas son sustancias naturales producidas por el organismo que provocan reacciones químicas fundamentales para el funcionamiento del organismo. Es por esto por lo que las alteraciones en los niveles hormonales pueden ocasionar problemas físicos y/o emocionales.
Hablando en específico de las hormonas sexuales, éstas son las responsables de los cambios físicos que aparecen en la pubertad y regulan el ciclo reproductivo. Las principales hormonas sexuales son siguientes:
El nivel de estrógeno se mantiene constante desde la primera menstruación hasta la menopausia. Durante la menopausia, algunos médicos prescriben tomar estrógeno con el fin de evitar bochornos y descalcificación.
Para ambos sexos, la testosterona está involucrada en el correcto funcionamiento de los sistemas cardiovascular e inmunológico, la salud de los huesos (interviene en la densidad mineral ósea), el síndrome metabólico relacionado con la diabetes tipo 2 y para mantener un equilibrio entre las funciones emocionales y cognitivas.
Además, los bajos niveles de testosterona que se presentan entre los 40 y 50 años, pueden provocar en los hombres disfunción eréctil y en las mujeres falta de orgasmo (anorgasmia).
Adicionalmente a lo arriba mencionado, las hormonas también tienen origen artificial ya que están presentes en muchas presentaciones de anticonceptivos. Para elegir el más adecuado, las mujeres deben recibir el consejo experto de su ginecólogo.
En sus revisiones periódicas con el ginecólogo, el médico podrá diagnosticar una alteración en los niveles hormonales, ya sea por la edad y síntomas de la paciente y/o por estudios en sangre practicados en el laboratorio. Es importante señalar que el momento adecuado para realizar análisis, debe ser indicado por el ginecólogo. La cantidad de hormonas en el cuerpo de una mujer varía por diversos factores como el ciclo menstrual y su edad.
Por otro lado, llevar una alimentación balanceada, no tener sobrepeso y realizar ejercicio con regularidad traerán como consecuencia mantener las hormonas en niveles adecuados. Si esto no fuera suficiente, el ginecólogo puede prescribir sustitutos hormonales por ciertos periodos de tiempo. Y hay que recordar que nunca será aconsejable automedicarse.
En el Instituto de Salud Integral de la Mujer atendemos a la mujer en todas sus etapas de vida, considerando su salud de manera integral.
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